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Polaridades transpersonales, parte 2

Primera parte accesible aquĆ­: https://www.ceiastro.com/art19laspolaridades





Por tanto, lo entendemos bien. El hecho de tener una gran cantidad de energĆ­a Transpersonal nos desequilibra, nos encamina hacia una dificultad muy particular, la de no saber, a nivel psicolĆ³gico, cĆ³mo encarnar esta energĆ­a sin crear distorsiĆ³n.


Por quƩ ?


Simplemente porque el sistema actual en el que vivimos no se adapta a estas energĆ­as, estos aprendizajes que nos ofrecen Urano, Neptuno y PlutĆ³n (y sin duda otros).


Por tanto, se debe saber que cuando polarizamos, es decir que estamos en un polo extremo de esta energĆ­a, entonces el otro polo tendrĆ” que aparecer "proyectado" por la vida misma, como manifestaciĆ³n de esta energĆ­a que no nos reconocemos.


Porque es el mecanismo a travƩs del cual todo funciona: lo que acepto se manifiesta libremente de acuerdo con lo que soy, lo que niego se proyecta y aparecerƔ como destino.


Entonces, por ejemplo, tuve un consultante de ASC Acuario, con todas las caracterĆ­sticas de Capricornio que llaman la atenciĆ³n. Obviamente en algĆŗn momento un pequeƱo trĆ”nsito o alguna direcciĆ³n desde Urano apretarĆ” las cuerdas y el huracĆ”n intentarĆ” equilibrar la polaridad yendo al otro lado de la balanza. De hecho, en la vida de este consultante naciĆ³ una niƱa, la llaman "la pequeƱa salvaje". Desde que naciĆ³ fue rebelde, Uraniana, extremadamente inquieta e imposible de encajar. Cuando la fuerza universal estimula el cable de la polaridad uraniana de una persona encerrada en la rigidez resultante de la inseguridad lunar, puede en 5 minutos convertirse el agente inmobiliario en "Into the Wild".


Pasemos ahora a la polaridad neptuniana.


POLARIDAD NEPTUNIANA


  • Sol o ASC en Piscis

  • Neptuno en las casas I, X o XII

  • Neptuno en plaza con ocupante o dueƱo de la casa I, X o XII


El poder de Neptuno engendra una dificultad evidente en todos aquellos que lo tienen bien ubicado : un exceso de sensibilidad. Sensibilidad extrema, tan difĆ­cil de vivir en un mundo relativamente cruel. Esta misma sensibilidad que lleva a quien la lleva a percibir mĆ”s allĆ” de lo perceptible, mĆ”s allĆ” de lo terrenal, materialista, racional. Entramos en el campo amorfo, silencioso, donde no hay nada, pero en su interior viene el Todo. Bienvenido a Neptunolandia. Bienvenido al paraĆ­so perdido. Bienvenido al corazĆ³n de un sistema que tiene antenas para registrar informaciĆ³n que aĆŗn no conocemos.


AhĆ­ radica el verdadero problema de esta polaridad: la cantidad de informaciĆ³n percibida y registrada.


Hay un principio que se disuelve, tensa, relaja, suaviza, calma y difunde mĆ”s allĆ” de toda realidad ordinaria: esto es lo que causa un exceso de energĆ­a neptuniana dentro de la carta natal. La disoluciĆ³n de la identidad que conduce a la compasiĆ³n (disoluciĆ³n de los propios lĆ­mites), la universalidad (disoluciĆ³n de los lĆ­mites del Nosotros), la uniĆ³n y, de una forma u otra, al espejismo.


Este es el desafĆ­o de una persona neptuniana: ser capaz de encontrar la manera de vivir su vida a pesar de esta enorme sensibilidad que entra en juego y desestabiliza profundamente, constantemente, hasta que solo quedan dos posibilidades.


Dos posibilidades de situarse, de enfrentar lo inefable:


  • el primero, llamado directo, consiste en encerrarse en su burbuja, en su pequeƱo mundo de ilusiĆ³n y ensoƱaciĆ³n, lo que lleva al desorden porque a medio y largo plazo, el aislamiento y la tristeza resultantes siguen siendo insoportables. Esta polaridad consiste en escapar del mundo de la forma, de la materia que duele y que pesa. TambiĆ©n conduce a menudo a adicciones y medios artificiales para poder elevar la ilusiĆ³n a otros niveles, a otras dimensiones de la psique. Esta polaridad es complicada, como lo es la ilusiĆ³n que nos convence de lo que no es, que intenta mostrarnos un camino que nos aleja de nosotros mismos y que dificulta tanto la realizaciĆ³n y la autorrealizaciĆ³n, por no decir imposible de lograr.


  • la segunda polaridad, llamada inversa, utilizarĆ” los mecanismos de rigidez de la psique para proteger y defender. Consiste en sumergirse, por no decir ahogarse, en el mundo de la forma y la materia. Si siento que me estoy disolviendo, perdiĆ©ndome, entonces todavĆ­a puedo tratar de cargarme lo suficiente como para no volar como un globo cada vez que mi psique se relaja. AsĆ­ que no me relajo. Trabajo, calculo, entro en la materia que pesa y no salgo. Soy rĆ­gido, pesado y reprimo cualquier forma de sensibilidad para proteger mi psique de cualquier intento de huir y me vuelvo super-racional. AhĆ­ voy claramente por el camino opuesto al que soy, un ser sensible y creativo.

De cualquier manera, no existe una fĆ³rmula mĆ”gica para equilibrar estos polos. La dificultad dominante es la de conseguir estructurar la psique para que pueda florecer dentro de un equilibrio. Pero cada vez que intento hacerlo, lo apoyo un rato y de nuevo, sin darme cuenta, me voy volando.


Es de capital importancia canalizar esta sensibilidad a travĆ©s de mi vocaciĆ³n, mi profesiĆ³n, mis aficiones e intereses, para que no desborde esta sensibilidad hacia las dimensiones de mi vida que no la necesitan "especialmente" (al menos no en exceso).


Por tanto, tenemos dos polos que constituyen la polaridad neptuniana. Por un lado, el polo directo, que vive una sensibilidad extrema, y ā€‹ā€‹en consecuencia que concibe la forma de manera tirĆ”nica, que por el destino atrae luego a Saturno: la realidad, la forma de la que la persona intenta escapar. La omnipresencia del miedo en la responsabilidad, en el esfuerzo. La concentraciĆ³n es menor, la forma no se enriquece. El estado constante es distracciĆ³n, relajaciĆ³n extrema. Se observa comĆŗnmente dentro de esta polaridad una negaciĆ³n absoluta del nivel material de existencia, una incapacidad para enfrentar la dureza del mundo. A menudo, una persona que tiene una polaridad neptuniana tambiĆ©n puede exhibir comportamientos como la obesidad (para alguien que niega el cuerpo, el cuerpo se afirma aĆŗn mĆ”s ...), o la intensidad sexual (mismo concepto).


El otro polo, al revĆ©s, estĆ” encarnando cuerpo y alma en la materia con la idea de sobrevivir. Se aleja lo mĆ”s posible de la hipersensibilidad y se vuelve lo mĆ”s rĆ­gido posible para no dejarse disolver. El miedo a perderse lo vuelve hiperestructurado porque tiene que organizarse constantemente, calcular todo, planificar todo. A menudo nos encontramos con personas hiperactivas, que no pueden relajarse ni un segundo por miedo a perderse y volar. Estas personas tambiĆ©n vivirĆ”n en la necesidad de explicar todo, de encontrarle sentido a todo, la mĆ”xima precisiĆ³n. Es una forma de llenar la mente, de mantenerla ocupada para que no vuelva al "ocĆ©ano". Saturno es omnipresente en la vida diaria de esta persona: horarios, agenda ocupada, rutina, precisiĆ³n, cientificismo ... TambiĆ©n es comĆŗn ver a estos individuos consumir mucho alcohol o drogas o medicamentos para "relajar" la intensa presiĆ³n en la que viven, para recuperar una relajaciĆ³n menor. A este polo de la polaridad neptuniana llega por destino, precisamente, Neptuno: psicosomatizaciĆ³n, enfermedades extraƱas, pĆ©rdidas incomprensibles, estafas, casinos, confusiones ...


Sobre todo, es necesario reconocer el sufrimiento que emerge detrĆ”s de una descripciĆ³n hecha con palabras. La experiencia y la dificultad de poder organizarse sanamente cuando se tiene una polaridad neptuniana es muy compleja. A veces se requiere de ayuda.


El equilibrio se encuentra en la necesidad de integrar la sensibilidad con la espiritualidad, de trabajar tambiƩn a nivel corporal.


La alquimia real consiste en encontrar este equilibrio entre estos dos lugares que estĆ”n en mĆ­: la magia y la forma. SerĆ” necesario desarrollar un sistema simbiĆ³tico complementario donde se soliciten las dos energĆ­as y puedan trabajar juntas. Sensibilidad y magia.


El camino del arte: la magia de la belleza de las formas.

SimbolizaciĆ³n, lenguajes sagrados, psicologĆ­a ancestral o transpersonal.


Una vez mƔs, la persona con esta polaridad necesitarƔ estimular la capacidad de resonar en y a travƩs de la forma, la materia.


Es imperativo canalizar esta energĆ­a para que las manifestaciones proyectivas no puedan tener lugar. Porque pueden ser, silenciosamente, silenciosamente, profundamente destructivos.


El potencial es un talento cuando se da el esfuerzo de explorarlo.


Hay que perseverar.


En la tercera y Ćŗltima ediciĆ³n de este artĆ­culo detallaremos los mecanismos que operan dentro de la polaridad plutoniana, la cual en mi opiniĆ³n, es la mĆ”s compleja de todas.

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