A menudo incomprendidos, inaceptados, humillados, rechazados, marginados, menospreciados, apartados, negados, refutados, contradichosā¦ pero que hermosa vĆa, la de un AstrĆ³logo.
La historia del Astrologo a travĆ©s del tiempo es compleja. Antiguamente llamados magos, eran grandes guĆas y sabias personas que ayudaban la humanidad a entender la vida de la forma mĆ”s armoniosa y pacifica posible. Muchas veces eran los lĆderes de grandes comunidades o tribus ancestrales. Los presagios no eran solamente fundados en los movimientos celestes pero tambiĆ©n en todo tipo de seƱales nacientes de una naturaleza cuyo poder era respetado y entendido. Los AstrĆ³logos antiguos eran intĆ©rpretes universales capaces de encontrar una soluciĆ³n a un problema escuchando el susurro del viento en sus oĆdos, interpretando los fenĆ³menos celestes u oyendo las voces de sus corazones. Siempre han sido grandes filĆ³sofos, sabios y maestros. AristĆ³teles, PlatĆ³n, Ptolomeo, HipĆ³crates, Kepler, CopĆ©rnico, Galileo, Newton, CopĆ©rnico y muchos mĆ”s, en una Ć©poca donde la AstronomĆa era AstrologĆa.
Los AstrĆ³logos eran observadores, perseverantes y laboriosos. Fueron los primeros cientĆficos o por lo menos hombres con un acercamiento al proceso cientĆfico. Notaban los fenĆ³menos del cielo y dejaban constancias escritas de sus observaciones para seguir estudiĆ”ndolas y comprobĆ”ndolas. Todas las civilizaciones antiguas sin excepciĆ³n usaban y siguen usando la AstrologĆa; VĆ©dica, Maya, China, DruĆdica, Egipciaā¦ su uso es tan universal que no puede existir humanos sin AstrologĆa.
Con el avance del tiempo los AstrĆ³logos atravesaron descubrimientos enriquecedores pero tambiĆ©n numerosas crisis; una de ellas que quedara marcada para siempre fue la que ocurriĆ³ en Occidente, cuando el Papa Sixto V, en el fin del siglo 16, declarĆ³ en la ConstituciĆ³n 21 que se prohĆbe āejercer el arte de AstrologĆa judiciaria, y hacer encantamientos, adivinaciones, y hechicerĆas, de leer y tener libros de las dichas cosas, y facultad de los ordinarios, y de los Inquisidores de reprimir y castigar a los inobedientesā.
Obviamente, la inquisiciĆ³n no ayudĆ³ a la AstrologĆa en su desarrollo pero no la pudo exterminar y esta se levantĆ³ con mĆ”s fuerza despuĆ©s de los grandes descubrimientos AstronĆ³micos de CopĆ©rnico, Galileo, Newton y otros.
Hoy en dĆa, y desde el siglo XVIII (las āLucesā), la funciĆ³n de Astrologo Profesional se ha vuelto fogosa. Los āgrandes e importantesā personajes siguen llamando discretamente a los AstrĆ³logos, a veces muy competentes otras veces menos, y la vulgarizaciĆ³n cientĆfica, los descubrimientos astronĆ³micos, y la educaciĆ³n vuelta obligatoria conjuntamente permitieron a la AstrologĆa abrirse al āgran pĆŗblicoā. Apertura que por tan deseable que sea acentuĆ³ el descredito de la AstrologĆa y el trabajo de los AstrĆ³logos. Esta desconfianza siempre justificada por un numero siempre mĆ”s importante de charlatanes, estafadores y falsos profetas.
Nosotros AstrĆ³logos somos frecuentemente y equivocadamente juzgados y vistos a la imagen de los charlatanes y comerciales, pero serĆa eso un problema real ? Si bien necesitamos enfrentarnos a unas cuantas tensiones para lograr desarrollar un poco de humildad y sabidurĆa, numerosos AstrĆ³logos muy competentes en el mundo entero trabajan en la discreciĆ³n y logran alimentar y oxigenar las personas Ć”vidas de conocimientos AstrolĆ³gicos serios.
El Astrologo en su fundamento no es una persona que busca la facilidad o la perfecciĆ³n. Creo realmente que uno no busca la AstrologĆa; es la AstrologĆa que lo encuentra a uno. Y los primeros encuentros con la AstrologĆa verdadera, la que tiene fundamentos sĆ³lidos, suelen ser mĆ”gicos. Para lograr ser Astrologo, no hay que temerle al rechazo, ya que existen muchĆsimas personas a quienes les encantan criticar lo que no conocen y lo que temen; no hay que tenerle miedo a ser imperfecto, ya que el estudio y la profundizaciĆ³n en la prĆ”ctica AstrolĆ³gica se puede demorar numerosos aƱos; no hay que ser perezoso, ya que se trata de involucrarse cuerpo y alma en la investigaciĆ³n AstrolĆ³gica y en estudios rigurosos de los libros de AstrologĆa. Frecuentemente existen reevaluaciones, ya que manejar la AstrologĆa y lograr sintetizar los anĆ”lisis parece ser a menudo muy complejo. Ser Astrologo es una vocaciĆ³n en general no reconocida y por lo tanto muy difĆcil de acceso. Existen muchos AstrĆ³logos que poseen cursos muy buenos que permiten acceder a bases y profundizaciones AstrolĆ³gicas sĆ³lidas, pero indudablemente corresponde a uno, de manera auto-didacta, de seguir profundizando en el estudio y en la prĆ”ctica. Lograr prosperar puede ser tambiĆ©n un reto para un Astrologo que se quiere dedicar a tiempo completo a su pasiĆ³n.
La AstrologĆa, desde mi concepciĆ³n, en su nivel mĆ”s alto e incluso un poco idealizado, es un complejo tejido a travĆ©s de todos los grandes capĆtulos del conocimiento humano, tales como los son la Medicina, la MitologĆa, la PsicologĆa, la Espiritualidad, la AstronomĆa y muchos mĆ”s, y eso hace que se puede ver extremadamente difĆcil lograr ser un buen Astrologo. Hoy soy convencido de que se necesitan grandes conocimientos para ejercer de manera responsable la AstrologĆa, pero tambiĆ©n entendĆ lo que grandes sabios suelen decir: āentre mĆ”s uno sabe, mĆ”s se da cuenta de que no sabe nadaā. Existen AstrĆ³logos que saben mucho, pero que son incapaces de desarrollar un poco de compasiĆ³n y me di cuenta de que entre mĆ”s humano seremos, en mejores AstrĆ³logos nos convertiremos. Nunca lo sabremos todo, porque sino ya no estarĆamos en este plano terrenal, pero creo importante no olvidar las enseƱanzas de los antiguos. Los antiguos AstrĆ³logos no solamente sabĆan acerca de los Astros; eran filĆ³sofos capaces de ver en el metabolismo de un Ć”rbol la integralidad de la vida en su esencia. Los presagios no solo se tienen que establecer sobre los movimientos celestes porque la esencia de la naturaleza que vive en nosotros encontrĆ”ndose en todas partes.
Incluso en este siglo XXI, donde la ciencia, en numerosos paĆses, ha llegado a ser mĆ”s importante que la creencia y la fe, donde la mente se ha vuelta mĆ”s preciosa que el corazĆ³n, donde la tecnologĆa estĆ” aplastando el sentido humano, creo bueno recordar que somos descendientes de nuestros sabios antepasados que sabĆan que la vida no debe nunca ser entendida y comprendida bajo una sola perspectiva profundizada y detallada pero bajo el conjunto y la totalidad de los elementos que la compone, es entre comillas lo que se puede identificar en lenguaje astrolĆ³gico como el entendimiento naciente de la oposiciĆ³n Virgo-Piscis.
ĀæCĆ³mo podrĆa yo guiar a alguien si no entiendo lo que estĆ” viviendo?
La humildad en la prĆ”ctica astrolĆ³gica es la llave que abre la puerta del Ć©xito. Otro factor que me parece importante considerar es el grado de evoluciĆ³n que debe uno tener para orientar sabiamente a otras personas. No obstante (risas), somos aprendices en un largo camino y no tenemos que exigirnos lo que no podemos lograr, ni esperar ser suficientemente sabios para arrancar la prĆ”ctica AstrolĆ³gica, ya que todo tiene un principio y es necesario arrancar algĆŗn dĆa, pero debemos de esforzarnos y tal como lo dice el cuarto acuerdo tolteca, hacer siempre nuestro mejor esfuerzo; mĆ”s aĆŗn cuando sabemos que nuestras palabras tienen el poder de generar cambios muy potentes en la vida de nuestros hermanos.
Puede ser irĆ³nico escuchar eso, pero el Astrologo debe ser muy loco para emprender esta senda del conocimiento universal que reside a la vez en el cosmos y en nuestro ser. La pasiĆ³n que sentimos por la AstrologĆa es el generador que nos permite sacar adelante todos los retos que impliquen ser Astrologo; es el elixir de nuestro andar.
Nosotros AstrĆ³logos, somos gente que caminamos hacia un encuentro con nosotros mismos, y nuestro propio proceso evolutivo en su progreso nos permite avanzar en la senda de la AstrologĆa. Los medios para lograr avanzar y progresar son numerosos y la brĆŗjula mĆ”gica que representa la AstrologĆa nos puede ayudar mucho a identificar claramente cuĆ”les son los mĆ”s pertinentes.
Somos guerreros que decidieron luchar para encontrar un sentido mĆ”s profundo de la vida, a pesar de la educaciĆ³n y mentalidad global racional y lĆ³gica, a pesar de la manipulaciĆ³n de un sistema amarrador y esclavizante, a pesar de los obstĆ”culos permanentes de nuestros inconscientes oscuros, a pesar de la corriente cultural que en algunos lugares va en contra de los principios de la naturaleza que somos.
Nosotros AstrĆ³logos somos esperanza para un mundo consciente. Ya todos tenemos una idea mĆ”s o menos precisa de lo beneficioso que podrĆa resultar aprender AstrologĆa a la escuela y usar nuestro potencial natal de la manera la mĆ”s eficiente posible.
Nos hemos lanzados en un camino sin fin; el de comprender lo incomprensible, de ver lo que no se puede ver, de decir lo que no se quiere escuchar, de revolucionar la imagen de la vida hacia un nivel mƔs elevado.
Somos grandes Arquitectos de la Vida.
Ā”Un abrazo para todos!