Una carta astral es como un mándala. Los mándalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales del macrocosmos y el microcosmos, que contienen una cantidad de información infinita. En el caso de la carta astral existen muchas formas de ordenar la lectura y cada astrólogo posee una forma particular de ver y leer la carta natal, pero es importante primero entender que no es, en una lectura de 15 minutos o de 2 horas, que se va a lograr exprimir la esencia de la misma. Podríamos durar meses viendo e interpretando diferentes matices que se manifiestan a nivel energético o psicológico en la vida de un mismo consultante. ¿Por qué? Porque cada ser humano es un entero universo compuesto por una multitud de combinaciones, sensibilidades y complejidades que lo hacen único. Cada ser humano es un mundo, y uno siendo Astrólogo, por más preciso y profundo que sea, no lee un mundo en dos horas.
La carta astral generalmente por lo tanto se lee a partir de las preguntas, inquietudes y preocupaciones que trae el consultante consigo, sin embargo, también se puede leer de forma general centrando los puntos más relevantes e importantes que se observan a raíz de la carta natal, siempre enfocando la lectura según las necesidades e intereses del consultante.
Penetrando aún más en el tema, la carta astral se interpreta a partir de dos aspectos fundamentales de la misma. A uno de ellos llamaría la parte estática de la carta astral: esta es, la carta natal, ese mapa que tienes y que nunca cambiará, del nacimiento a la muerte. Ese mapa natal es ese mandala que contiene toda la información sobre tu Ser: desde tu ego hasta tu Ser más profundo, de tu mente a tu corazón, de tu cuerpo físico a tu cuerpo étérico, desde tu vida hacia la de todos los que te rodean, desde tu trabajo a tu espiritualidad, de tu mundo más material y económico hasta tus talentos y capacidades más sutiles, desde tus crisis más profundas hasta tus momentos de renacimiento más extraordinarios, y mucho más. Tu carta natal, permanecerá igual toda tu vida, porque corresponde al momento en el cual tu respiraste por primera vez, tu naciste como un ser independiente y libre; y al existir por primera vez, todo el universo se pausó en un instante para darte ese mapa que iluminará tu vida para siempre.
“Sentimos nuestro parentesco profundo con todo lo que existe en el universo. El hombre “desciende” del mono, el mono “desciende” de la célula, la célula “desciende” del átomo, el átomo “desciende” del quark. Hemos sido engendrados en una explosión inicial, entre las estrellas y en la inmensidad de los espacios intersiderales.” Hubert Reeves
La carta natal, estática, por lo tanto, permanece igual en el tiempo; pero cada simbolismo, cada posición, combinación y estructura energética contenida dentro de esta misma carta, puede exteriorizarse de muchas formas. Recordemos que su funcionamiento y su interpretación se realiza a través de arquetipos que se van precisando y exteriorizando conectando todos los argumentos de la carta entre si (planetas en signos, planetas en casas, signos en casas, aspectos astrológicos etc.). Ahora es importante entender lo siguiente: existen muchas formas de vivir la misma vibración, y eso ya es algo que depende del contexto y del grado de consciencia del Ser; dicho de otra manera, tu libre albedrio es el que puede obrar con esa estructura para elevarla a su expresión más luminosa, más elevada.
A la otra parte de la carta astral llamaremos la parte dinámica de la Astrología. Si bien tu carta natal permanece igual, existen muchos movimientos reales y simbólicos que van a estimular ciertas partes de tu carta para obligarte a avanzar, evolucionar y crecer. Estos tránsitos, progresiones y direcciones (técnicas dinámicas de interpretación astrológica) van a activar y empujar ciertos puntos de tu mapa natal, metafóricamente similar a como un acupunturista estimula determinados puntos energéticos. Estos movimientos dinámicos son calculables en el tiempo y por lo tanto corresponden a la parte previsora o predictiva de la Astrología.
Aunque existen variaciones de opiniones al respecto, la gran mayoría de los Astrólogos estamos de acuerdo en afirmar que en la vida de un Ser humano nada que no sea prometido por la carta natal puede llegar a suceder; por ejemplo, en la carta natal de Albert Einstein se ve reflejado mucho reconocimiento y éxito que le llega a través de su profesión. Si eso no fuera escrito en su disposición natal, independientemente de los tránsitos y progresiones (movimiento dinámico astrológico), no hubiera logrado tener ese reconocimiento y ese éxito.
Confirmaría esta regla, a la excepción de los movimientos de los planetas llamados “transpersonales” (Urano, Neptuno y Plutón) quienes son especialistas en escapar a las reglas, y cuya influencia en la vida de un Ser humano es superior y de orden evolutivo.
Así, el “como leer la carta astral” depende de cada uno, de sus conocimientos, de su experiencia, de su forma de ver y entender la vida, de forma más superficial o más profunda; de la misma forma que cada médico hace su diagnóstico, cada astrologo hará su lectura usando los mismos elementos que se leen dentro de la carta natal (planetas, signos, casas y aspectos). Un lenguaje es un lenguaje, puede que eventualmente las palabras no sean las mismas, pero lo que se expresa llega a ser aproximadamente igual.
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