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Una o Varias Astrologías ?

Actualizado: 30 sept 2023



¿Amputación o unificación?


Un tema vasto, muy vasto. Puede parecer utópico, aunque sólo sea el intento de explicar, además con palabras, que el océano que tocamos está al alcance de un pequeño río pacífico que aún no lo ve, dice Urano.


¿Es el río que desembocará en otro río, que a su vez desembocará en los atributos de Poseidón, parte del océano? Algunos saturnianos dirán que no, por la necesidad de discriminar, y otros neptunianos dirán que es obvio, porque la parte y el todo son la esencia de una misma vibración.


Ninguno dirá la verdad, ninguno mentirá tampoco, dice Mercurio. Es sólo una idea, la estructura misma de un pensamiento orientador que apunta a la búsqueda de la comprensión, afirma Júpiter.


Intentemos entonces dejar la palabra a Plutón y profundizar nuestra reflexión.


La astrología ha viajado durante milenios bajo el mismo nombre. Sin embargo, las corrientes Astrológicas han ido cambiando paulatinamente. En realidad, la Astrología siempre ha sido la misma, pero es el uso que se le da lo que ha cambiado.


Es absolutamente natural que, con el ritmo de las estaciones, nuestra forma de vestirnos sea diferente. Lo mismo ocurre con la Astrología. El ser humano siempre ha percibido la misma sustancia arquetípica, el mismo poder analógico interpretativo, la misma resonancia simbiótica entre el sistema solar y el ser humano que lo habita. Lo que ha cambiado con el tiempo son las prioridades dadas al uso de la Astrología.


Hoy en día tenemos corrientes Psicológicas, Kármicas, Transpersonales y/o Humanistas, Tradicionalistas (Predictivas o no), Condicionalistas, Medievales, Helenísticas, Estructurales, Racionales, y otras corrientes que no conozco... ¿Cuál es real, cuál es bueno y cuál es funcional?


¿Deberíamos preguntarle al bosque si está formado por árboles o es sólo el bosque? ¿Preguntémosle si también son los Búhos y Lechuzas que lo habitan o son solo los árboles? ¿Las hojas que caen de los árboles son entonces parte del bosque? Desde la visión virginiana a la visión Sagitariana, ¿encontraremos una salida que permita a la Astrología tener una identidad Solar o tendrá que permanecer en la confusión y asumir una personalidad similar a la de Piscis?


La astrología nunca ha cambiado, siempre ha sido un conocimiento milenario y un lenguaje simbólico, pero con el tiempo las culturas la han "modelado" según una forma particular de vivir y pensar. Creo que esto se puede aplicar a todas las ciencias y artes de la historia, ya que en última instancia es el Hombre quien aplica la ciencia y no la ciencia la que aplica al Hombre. En otras palabras, es absolutamente lógico que las artes y los conocimientos cambien con el tiempo ya que es la conciencia humana la que evoluciona y la que por tanto modificará su grado de comprensión con el objeto de su curiosidad y su estudio.


Hace 500 años, no nos preguntábamos cómo superar una crisis existencial y cómo extraer lecciones y aprendizajes de ella para potencializar nuestro libre albedrío y trascender los límites de las condiciones impuestas por la experiencia de vida. Buscábamos una manera de sobrevivir y, en el mejor de los casos, de vivir bien.


Es con el tiempo que el conocimiento Astrológico ha ido cambiando, amoldándose al cuerpo, corazón y mente de quienes lo estudiaron, de sus culturas, a lo largo de los tiempos y de las estaciones.




Hoy entonces tenemos abundancia de corrientes astrológicas… ¿Cuál es la correcta? Evidentemente no hay ninguna, pero todas lo son. En realidad, depende más de la calidad del profesional que ejerce que de la corriente a la que pretende pertenecer, y esto se aplica dentro de todos los ámbitos profesionales. Las corrientes son especializaciones, pero no condiciones o clasificaciones astrológicas, porque ninguna de ellas podemos practicar sin conocer la Astrología en su totalidad y en su esencia. Si hacemos Astrología Kármica sin conocer la Astrología básica, amputamos la Astrología.


Es interesante ver el aumento en la afirmación de pertenecer a una corriente u otra, considerándome a mí mismo un Astrólogo de orientación Transpersonal. Se complica cuando se considera que uno ejerce exclusivamente esta corriente. ¿No deberíamos entonces pertenecer a ninguna categoría? ¿En este caso se nos atribuiría automáticamente a los Astrólogos Tradicionales? ¿O perteneceremos a la categoría “sin categoría”?


En mi caso personal hago ASTROLOGÍA. Principalmente Astrología. Practico dándole un punto de profundidad a la interpretación intentando ir desde la raíz hasta la cima (por eso me oriento hacia lo transpersonal), y me he formado en muchas especializaciones Astrológicas, encontrando más significado o coherencia dentro de unas u otras. No hace mucho recibí un mensaje de un supuesto astrólogo kármico que parecía sorprendido de que yo estuviera haciendo "astrología transpersonal sobre la base de técnicas tan tradicionales" después de haber leído un artículo mío sobre la Trutina de Hermes.


¿Podemos entonces practicar la Astrología Horaria si pertenecemos a la Astrología Humanista? ¿Podemos hablar de las polaridades transpersonales generadas por las fuertes posiciones de Plutón, Neptuno y Urano si practicamos la Astrología Helenística?


Picasso y Da Vinci hacían pintura. Pintura ante todo. Usaron diferentes técnicas y pertenecieron a diferentes corrientes artísticas a lo largo del tiempo, pero estaban pintando… igual que nosotros hacemos la Astrología. Ya sea que le demos un significado caracterológico, previsional, humanista y transpersonal, kármico o de otro tipo interpretativo, todo reposa en una interpretación puramente astrológica.


A cada Astrología su tiempo, porque a cada tiempo sus necesidades. Me pongo una chaqueta en invierno, no en pleno agosto cuando el Sol de Leo quema y seca todo lo que alcanza. Lo mismo ocurre en el caso de la Astrología, la Psicología y todas las demás ciencias humanas.


¿Significa esto que la Astrología Medieval ya no tiene sentido en la actualidad? Corresponde a los astrólogos que lo practican comprobar si sigue siendo funcional y adaptado al ser humano actual.


¿Es extravagante atribuir a Ceres la regencia de la Virgen? En este caso, no se trata de reflexionar sobre ello, sino de investigarlo.


Por eso no creo que sea útil amputar la Astrología a categorías. Todos somos ovejas negras caídas en el caldero de la pasión por el magnífico lenguaje simbólico de las estrellas y todos considerados por los científicos, considerados como los sabedores de la sociedad moderna, como esotéricos inquietantes e ignorantes.


Lo importante es el objetivo que buscamos dentro de nuestro arte: servir a los demás, ayudarlos a comprender, avanzar, evolucionar, transformar, dejar ir. Orientar, guiar, tratar de traer - de acuerdo con lo que nos dice nuestro conocimiento astrológico - significado y comprensión, previsión y prevención a quienes nos consultan.


Si el objetivo sigue siendo el de enriquecerse, de obtener reconocimiento y poder, de convertirse en la última coca-cola del desierto (risas), entonces es mejor retirarse de la Astrología. Si el objetivo es tener razón, defender, proteger y obstinarse en la Astrología que practicamos, todos perdemos, porque la Astrología es ante todo movimiento.


¿Cómo podría un astrólogo olvidarse de la apertura y la riqueza de la evolución del conocimiento astrológico cuando su arte se basa en las mismas leyes del movimiento donde la inercia es absolutamente inexistente? Todo lo que observamos es movimiento, la Astrología en sí es profundamente dinámica. Incluso nos hemos convencido de una identidad "fija", que no cambia y que no evoluciona. Sin embargo, a los ojos del siglo XXI cada vez es más evidente que somos seres en permanente cambio, en constante descubrimiento de lo que somos, que se refleja precisamente a través de nuestra carta natal y que se impone a través de vivencias y experiencias significadas dentro de las casas astrológicas. A descubrirnos a nosotros mismos hemos venido.


Debido a este movimiento expansivo del universo, y a su imagen, todo evoluciona. ¿No podría la Astrología seguir este mismo curso natural?

¿Encerrar la Astrología en cajas diferentes no le causaría más daño?


En un momento en el que observamos el auge de la psicología, la física cuántica, el esoterismo en muchas formas (no todas recomendables), la parapsicología y muchas disciplinas paralelas que enriquecen y complementan la Astrología, ¿no sería el momento adecuado para darle un corpus de conocimientos de acuerdo con casi todos (no seamos utópicos) practicantes y profesionales de este arte?


Desde mi punto de vista personal, la Astrología es un lenguaje, y de acuerdo con el aprendizaje de este lenguaje existen bases estructurales que deben ser asimiladas y que marcan las pautas que permitirán paulatinamente a quienes la estudien elaborar esta visión interpretativa de lo que es observado. Los arquetipos zodiacales, las funciones planetarias, las casas astrológicas y los vectores matemáticos que conectan los diferentes componentes antes mencionados dándoles precisión y coherencia constituyen el cuerpo de conocimientos básicos de la Astrología y conforman su estructura interpretativa estática. En cierto sentido, estos componentes son los elementos separados e instrumentistas de una gran orquesta. Las diferentes técnicas que dan sentido y vida a la carta natal gracias a movimientos planetarios reales (tránsitos) y simbólicos (direcciones, progresiones, arcos, revoluciones solares y lunares, etc.), que permiten situar la acción y el despliegue de los actores de la carta natal mencionado anteriormente en el tiempo, conformando la parte dinámica de la astrología. Esta parte podría asociarse simbólicamente a la partitura de la orquesta, sin la cual a priori no habría orden ni armonía alguna. A partir de entonces, a la lectura y estudio de la carta se irán añadiendo más conocimientos astrológicos, pero es sobre todo la práctica la que hace al maestro. Corresponde al Astrólogo convertirse en su propio maestro de orquesta para permitir que la lectura astrológica tenga significado y riqueza, profundidad y precisión. Así es la Astrología, integral. Un maestro de orquesta debe conocer todos los instrumentos para dirigir la sinfonía. Todos debemos tener un gran conocimiento sin el cual no podríamos dar lugar a un análisis astrológico.


Todos pertenecemos a esta corriente.


Posteriormente se recomendarán innumerables conocimientos paralelos en muchas áreas, en definitiva, el Astrólogo trata muchos temas que aplican a la vida en general (en el caso de la astrología genetliaca), ¿cómo podría él o ella hablar de aquella sin conocerla?


Muchas especializaciones son posibles, pero en última instancia son opcionales o prescindibles. Corresponde entonces a cada uno recurrir a la orientación particular que quiera compartir en absoluta coherencia con lo que resuena en su propio camino personal, porque en lo que se refiere a la Astrología, no existe una real frontera entre el camino personal y el camino profesional. El psicoanalista no podría ejercer sin antes haber sido psicoanalizado.


Es hora de transformar las diferencias en riquezas para el bien mayor de nuestro Arte.

Soy Astrólogo antes que Astrólogo Transpersonal, Kármico o Helenístico.


Las especializaciones son cualidades opcionales que perfectamente podemos ignorar o ejercitar en exceso, porque la Astrología es el Todo y la Parte, y los Astrólogos que la ejercitamos somos todos Parte de ese gran Todo.

La astrología sólo puede crecer si quienes la practican, los profesionales y los investigadores dejan de identificarse con sus diferencias, sin negarlas, y comparten más lo que los une que lo que los separa.


Se inicia un proceso de Transformación y Renacimiento, simbolizado por el trígono Urano - Plutón que ha entrado recientemente el escenario, y que durará un buen tiempo. Qué gran oportunidad para que la Astrología brille con toda luz, para revelar su grandeza, su utilidad y sus cualidades únicas.


Depende de nosotros, entusiastas profesionales, profesores y seguidores de su arte, revelar su autenticidad, darle a conocer en sus formas y expresiones más bellas, nos corresponde embellecerlo y enriquecerlo de viva voz.


Ya no es momento de ser discretos ni de hablar en voz baja sobre Astrología, hoy no. Que la religión quiso reducirla a cenizas, de acuerdo. Que la ciencia quiso desterrarla, se entiende. Pero ha sobrevivido porque la Astrología es, ante todo, funcional.


Depende de todos nosotros compartir y dar a conocer sus múltiples funciones y maravillas y solidificar una visión de la Astrología que esté a la altura de lo que es.

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