Los arquetipos zodiacales poseen características muy propias de cada uno, que se pueden leer a nivel energético y psicológico. Con la intención de poder sintetizar las mayores fortalezas y los mayores desafíos de cada uno, deberemos entender que en un plano dual como el de la Tierra es relevante considerar más allá de un signo zodiacal, el eje zodiacal. Por allí quiero dar de entender que necesariamente si soy de Aries parte de mi aprendizaje será de integrar un componente del signo que lo complementa, a saber, Libra. Si podemos describir una energía zodiacal, es lógico entender que no estamos hablando específicamente de un Sol en determinado signo, o de un ascendente, o de la Luna, pero de una energía zodiacal pura.
Adicionalmente, una fortaleza siempre va a llevar una carencia en el otro lado de la energía, por lo cual es natural que las fortalezas y los desafíos se vayan encontrando en la misma “longitud energética” y vayan a tener una intrínseca relación entre si.
Vamos a describir pautas generales relacionadas con los signos zodiacales, entendiendo que no existe nadie que pueda encarnar una energía zodiacal pura debido a que el conjunto de la carta natal además de contener todos los signos zodiacales alberga una gran diversidad energética y simbólica.
Aries
Su mayor fortaleza es la capacidad de acción. Donde mucho se detienen Aries confronta, se entrega. Donde hay riesgos, peligros, dudas, dificultades, Aries se lanza. Esto le permite avanzar, nunca rendirse, nunca bajar los brazos, siempre permanecer atento a un nuevo reto para medirse a si-mismo. Aries es Fuerza por definición. De allí que será natural que sus desafíos se encuentren del otro lado de la balanza. Si hay tanta fuerza, tanta potencia puesta en la capacidad de actuar, naturalmente la capacidad reflexiva se verá afligida. El problema que se le va a confrontar a Aries es la necesidad de detenerse para comprender una problemática en vez de cargar ciegamente ante el objetivo. Por otra parte, su impulsividad en manifestarse y expresarse de forma absolutamente entregada al deseo, como surge y cuando surge, hace que se pierde la capacidad de tomar en consideración a los demás o a las consecuencias que se pueden generar a raíz de sus acciones. Por ello, parte del desafío de Aries es integrar la dimensión altruista de su signo opuesto y complementario, Libra. Finalmente, Aries se pierde mucha información y riqueza por ir demasiado rápido. La velocidad con la cual tiende a vivir hace que se pierda el disfrute y la riqueza de la información que se puede percibir en estar en el presente, lo cual precisamente es lo propio del signo que le sigue, a saber, Tauro.
Tauro
La inmensa percepción que tiene, enraizada en sus movimientos lentos y la gran apertura de sus sentidos físicos, hace que le es muy fácil entregarse al presente. La lentitud de sus procesos le permite procesar enteramente las vivencias y experiencias de forma que se vuelve extremadamente practico y ahorrativo en energía. Su gran cualidad es la capacidad de disfrutar y de irradiar una forma pacífica de ser y expresarse. Es pacifico. Evidentemente, esa misma lentitud hace que se vuelva inflexible y que le cueste mucho trabajar adaptarse a los cambios. Por otra parte, el Tauro siendo tan calmado y pacifico no gasta energía “inútilmente”, por lo cual puede parecer algo perezoso. Arrancar, iniciar, mover cuerpo y mente, por el mismo diseño energético que conlleva puede ser muy complejo. Derivado de lo mismo es obvio que va a resultar muy terco, obstinado y apegado. Parte de su reto es aprender a percibir lo impermanente de la vida (Escorpio) y de los bienes para justamente poder volverse más desapegado y liviano.
Géminis
Es versátil, curioso y cambiante por definición. Sus más grandes cualidades son precisamente la capacidad que tiene para adaptarse a los cambios, ponerse en los zapatos (o en la mente) de otros, y en su forma juvenil y abierta de vincularse aguarda una profunda inocencia que no discrimina nadie. Por otra parte, es evidente que siendo tan adaptable le cuesta tomar partido y asumir compromiso, mantenerse firme ante los cambios de perspectiva y también, mantenerse centrado mentalmente. Se dispersa y distrae con facilidad. Finalmente, si con la palabra tiene una habilidad sin comparación, también se resalta que no sabe cuándo mantenerse callado o cuando no meterse en los temas que no le corresponden. Es evidente que sus habilidades versátiles y su natural curiosidad se puedan volver una gran dificultad en el hecho de que pierde en concentración, en orden y en enfoque. Géminis se distrae con gran facilidad y alcanzar sus metas es muy complejo, y es parte del reto que conlleva su energía. Finalmente, donde no hay concentración tampoco se logra comprensión ni síntesis (Sagitario).
Cáncer
Su mayor atributo es la autenticidad. El Canceriano vive conforme a su sensibilidad emocional, muestra lo que siente y esto lo hace profundamente humano. En este sentido se hace querer con gran facilidad. Su capacidad para cuidar, proteger y compartir de forma cariñosa lo hace muy cálido y querido. Otra gran fortaleza de Cáncer es su memoria. Porque justamente es muy sensible guarda en memoria sus vivencias emocionales para siempre. En contraparte, le es difícil poder confrontar situaciones desconocidas y afianzar un profundo nivel de seguridad, siendo tan receptivo ante el medio donde se encuentra, por lo cual se torna fácilmente a la introversión y se encierra fácilmente en un mundo imaginativo del cual salirse puede resultar todo un reto. A lo sumo, lo memorioso y autentico que es lo hace profundamente vulnerable ante las agresiones y las agitaciones de la vida, por lo cual puede fácilmente encerrarse en el pasado y posicionarse como víctima, culpando y alimentando su propia tristeza. El gran reto de Cáncer es aprender a soltar, a perdonar, y a regresar al pasado para soltarlo y perdonarlo y no para alimentar su inseguridad. Duro por fuera, blando por dentro, tal es su espada y su cruz al tiempo. Finalmente, siendo tan receptivo y autentico, es fácil que se quede en un nivel infantil y desprotegido de la vida. Tiene necesariamente que asimilar cualidades de su signo opuesto (Capricornio) para estructurarse y vivir su sensibilidad como una fortaleza y no como una cruz.
Leo
Su mayor cualidad es la generosidad. Leo no percibe escasez ni carencia y se entrega con gran facilidad a la confianza natural que tiene puesta en sí. Es incansable, siempre dispuesto a entregarse a nuevos desafíos, especialmente si estos lo ponen a la vista de todos. Si tiene tanta capacidad para mostrarse, socializar y resaltar, es evidente que en contraparte su exuberancia vital puede resultar algo alborotador. Su debilidad es que es ingenuo, naif. En la medida que lo suyo tiene que ver con irradiar luz y energía, tiene dificultad en percibir el lado oscuro o profundo de la vida. Por otra parte, tiende a tener gran dependencia de los demás en tanto a que tiene que aprender a desarrollar una consciencia propia de su valor, independiente del medio que lo rodea y de la valorización social. Descubrir su Yo profundo y creativo singular (Acuario) es parte de su gran desafío, el cual si se logra logrará terminar con la necesidad de estimulo y retroactividad externa y social. Dicho de otra forma, la Tarea de Leo es ir más profundo, soltar lo superficial y dejar los hábitos de la “selfie” para “constelar” algo más enriquecedor.
Virgo
Su meticulosidad y capacidad de análisis hacia los detalles lo hacen extremadamente perfeccionista, por lo cual, si algo no cuadra, no encaja o no está ordenado, Virgo lo percibe de inmediato. Virgo anda con una lupa en la mente, un microscopio permanente. También es muy servicial, es común que acabe haciendo las tareas de los demás de forma completamente desinteresada. A cambio, lógicamente, tener tanta atención al detalle hace que se vuelva fácilmente crítico y que mentalmente su necesidad casi maniaca por tener todo ordenado haga que se le dificulte disfrutar de la vida y relajarse. A lo sumo, de ser servicial hacia limpiar los trapos sucios de los demás, la frontera es muy delgada. Virgo tiene que aprender a soltar, a relajar, y no tratar de comprender, ordenar y perfeccionarlo todo. A nivel mental es muy complejo poner todo en su lugar porque la vida abarca grandes temáticas que nunca podrán ser comprendidas y, por lo tanto, para Virgo, procesadas. En la medida que no logra entender y asegurar ciertas del rompecabeza mental que está operando mentalmente de forma casi permanente, trata de posponer y por lo tanto se “constipa”. Es en la capacidad de encarnar y comprender la gran mística de la vida (Piscis) que Virgo encontrará alivio y confianza, y logrará aprender a fluir. Es su gran reto: comprender que en lo inexplicable esta lo latente, y que en lo latente hay movimiento, no estancamiento.
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