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Foto del escritorBaptiste Le Bras

No habrá vuelta atrás: entender nuestra época con la Astrología



Entender nuestro mundo de hoy no es fácil, y quizás una mirada astrológica lo pueda complejizar… o simplificar. Como siempre, depende desde donde nos ubicamos para observar la dinámica celeste y terrestre.


Vivimos una época de duda, de conflicto en asumir posición firme sobre lo que pasa en el mundo y en nuestras respectivas localidades. Tenemos un conflicto interno generado por las enormes cantidades de propaganda y las declaraciones políticas, y este conflicto acaba resultando profundamente dañino en nuestras relaciones, y en todas las extensiones de nuestro ser.


De antemano debemos reconocer con humildad que no sabemos nada. Se exponen cifras, opiniones, decisiones, pero al fin y al cabo existe una incoherencia absoluta en todo lo que vemos. No se trata de asumir si uno debe o no vacunarse, o si el Covid fue inventado por el hombre o no, porque nuevamente entramos en el juego de la división y de la permanente perdida de energía que entra en los debates que nunca acaban siendo constructivos.

Entonces, para finalizar este año, vamos a observar con calma que pasa allá arriba, pues los movimientos astronómicos no mienten ni suponen, solo son y nos reflejan la realidad que nuestro pequeño planeta azul esta viviendo en este momento.


Aunque abre espacio al debate, y esa no es la idea, vamos a afirmar que estamos entrando en la era de Acuario. Este es así porque desde la mitad del siglo pasado hubo unas determinadas alineaciones planetarias en el Signo del Aguador que dieron inicio a la era de Acuario, aun sabiendo que faltan varios cientos de años para que realmente el ciclo equinoccial pisciano se finalice.


Aún así, si tener que saber mucho, es evidente que los cambios sociales, desarrollos tecnológicos, mutaciones ultra rápidas dentro de la sociedad, los movimientos pro-libertad y la extraordinaria innovación en las redes de comunicación son claramente testimonios de un cambio de ciclo. Podríamos mencionar innumerables ejemplos. Este, a la vez se coordina con el cambio de frecuencia de la Tierra (al 5D) y se sincroniza con numerosísimas profecías tales como la unión del cóndor y el águila, el quinto Pachacútec, o el cambio de calendario maya.


Bien, estamos en esto, en un cambio de consciencia que debe dar paso a nuevas generaciones de seres humanos que van a luchar por la Tierra, por la protección ecológica, por la renovación y el resurgimiento de los conocimientos ancestrales, por una nueva forma de ver y comprender el mundo en el cual compartimos.


Todos estos progresos dignos de Acuario son profundamente revolucionarios, esto es, van redefiniéndolo todo a causa de un progreso puntual, repentino, y muchas veces incomprendido. El tiempo que la sociedad y las autoridades gobernadoras tienen para tratar de adaptarse a todo lo que surge es muy reducido hasta que llegue otro descubrimiento, otra innovación, otra “locura” que lo replantea todo.


La sociedad actual, aún basada en una forma antigua de manejar el poder, digna de ser representada por Plutón en Capricornio, se aferra al poder, al control, a la necesidad de poder “asegurar”, y de allí cada quien, a su conveniencia, la prosperidad de la especie humana. Existen muchos contextos culturales, continentales, que van a dar variaciones obvias acerca de como gestionar este desarrollo “incontrolable” digno de la Era de Acuario.

Y allí, dentro de todo este movimiento evolutivo donde ya todo el mundo empieza a perder la cabeza de forma más o menos ordenada en el contexto socio-cultural que le corresponde, ingresa el 06 de Marzo 2019 (post-retrogradación) Urano en su signo de caída, Tauro. Cabe mencionar, que la ultima vez que lo hizo se desató la segunda guerra mundial en el grado 21 de este signo, dejando esta vez (y a cambio de la primera), unas consecuencias jamás vistas antes debido a la tecnología militar que se había incrementado durante el tránsito de Urano en Aries.


Así va transitando Urano por Tauro, y no explico esto para que nos preparemos a la guerra, sino para que entendemos que ya la estamos viviendo. Como muchos hemos previsto, Urano en Tauro aporta fortalecimiento al desarrollo de las criptomonedas, una reestructuración de la estructura económica en su globalidad, una resistencia y oposicón acerca de las formas del desarrollo que puedan desestabilizar la comodidad de aquellos que sacan beneficio y que van enriqueciéndose sobre las tumbas de otros, y la del medio ambiente.


Desde luego que ante una situación así, no es que Urano en Tauro este responsable de todo lo que sucede hoy, pero de alguna manera era el momento indicado para que las resistencias al cambio, que quieren preservar el “control del mundo” (no nos ilusionemos, el mundo es propiedad de pocos) puedan actuar.


Toda la situación sanitaria tiene lugar porque tenia que ser así, es un paso más, pero es interesante ver que justamente detrás de las cortinas del “desastre” sanitario ocurren muchos movimientos de los cuales pocos son en realidad conscientes. Precisamente esto es Urano en Tauro : lo que se mueve no sale a la luz, se queda atrapado en las capas arquitectónicas de la Tierra. Así, estos años de prohibición, de cohibición, de restricciones impuestas “por el bien de todos”, son la autentica y perfecta excusa para volver a disponer las fichas en el tablero. Aún no nos damos cuenta, y creo que muchos jamás se darán cuenta, de lo que se juega allí. Hay que tener visión Sagitariana para percibir a lo lejos la influencia de todo lo que estamos viviendo.


El movimiento lo veremos luego. Porque hay una redistribución masiva de los bienes y de la disposición económica a nivel mundial, en lo que llamamos crisis y que es la primera, nuevamente digna de la era de Acuario, a ser arbitrariamente colectiva y vivenciada por la entera humanidad.


De aquí que este es un juego, y mientras Plutón no sale de Capricornio este juego no se va a acabar porque todo el poder, las riquezas y el control se va a seguir acumulando hacia las cimas sociales. Yo no estoy escribiendo para convencer a nadie, solamente estoy tratando de interpretar una realidad observable. Que cada uno mire lo que esta pasando. ¿Quién se está enriqueciendo por encima de todo esto?


Y mientras se redefinen a escondidas las raíces mismas de la económica, los desarrollos continúan de aparecer, pero se nota la concentración que se realiza en el signo de Tauro, pues lo que se busca por encima de todo no es el bien de la humanidad, es el beneficio. Ya empezamos a hablar del metaverso, y no duden un segundo que cuando Urano transitará por Géminis viviremos una autentica revolución masiva de los medios de comunicación y de las formas de relacionarse jamás antes vista. Es difícilmente imaginable.


Y si me preguntan cuando se va a finalizar la crisis del Covid, yo les respondo:


- Jamás.


Porque esta no es una crisis, es una reestructuración.


Hay varios momentos claves que van a ser parte de este escenario llamado “actualidad” :


  • Ahora mismo : cuadratura Saturno – Urano, que podemos llamar “Omicron y compañía”

  • Avril 2022 : conjunción Neptuno - Jupiter

  • Regreso de la cuadratura Saturno – Urano en su punto más cercano a principios de Noviembre 2022 : sigue siendo separativa, por lo cual no es determinante

  • Marzo 2023 : primera entrada de Plutón en Acuario

  • Mayo 2023 : cuadratura Jupiter – Pluton

  • 20 noviembre 2024 : entrada definitiva de Plutón en Acuario

  • 30 de marzo 2025 : entrada de Neptuno en Aries

  • 07 de julio 2025 : entrada de Urano en Geminis

  • 26 abril 2026 : entrada definitiva de urano en Geminis


Mientras Urano transita por Tauro, y Plutón finaliza su ciclo Capricorniano, Neptuno ha estado desde 2011 transitando por Piscis, incorporando (aunque hablar de cuerpo no sería hablar de Neptuno) un nivel más profundo de unión, comunidad, fraternidad a la consciencia colectiva humana. Vemos cada vez más surgir esta dinámica del llamado al cambio de consciencia, el retorno a la Tierra, mientras en paralelo observamos un apogeo de las corrientes alternativas, terapéuticas, chamánicas, que llegan a extenderse por todo el planeta. Desde las curaciones más profundas hasta las modas angelicales más superficiales, todo hace parte de este transito de Neptuno en Piscis. Desde la verdadera resonancia, inspiración y disolución de los limites de la individualidad hacia un sentimiento de amor universal y solidaridad ecológica. Desde una hipnosis regresiva que permite superar un trauma profundo hasta la adicción tecnológica de una generación que nace, crece, aprende y socializa a través de una pantalla. Desde una situación sanitaria solidaria hasta un engaño mundial donde los fármacos van ilusionando y engañando a la colectividad, por no sumar una toxica contaminación mediática y una ruptura disimulada de la propia declaración de los derechos del Hombre, todo pertenece a la energía de este transito de Neptuno en su domicilio. Lo realmente difícil con este tránsito, es ubicarnos, saber donde estamos parados, hacia donde vamos. Y por ahora solamente unos pocos pueden ver más allá de esta neblina de confusión Pisciana que reina sobre nuestro planeta. Hay que tener visión y mirar los hechos.


Así que, para concluir, tenemos que tener consciencia de que lo que se está jugando ahora, no tendrá vuelta atrás. No tendrá reversa. Nos estamos preparando y condicionando al uso de la tecnología como herramienta de trabajo, la virtualidad como medio de aprendizaje, las redes como fuente de socialización, y si algunos teman que hayan inyecciones de micro-chip en la vacuna, no se preocupen que ya lo tenemos en el bolsillo. Todo esto no es más que una premisa dentro de un cambio global donde la 5G y el metaverso están haciendo su lugar en un mundo donde estamos formateados para depender de la tecnología.


Los tres planetas transpersonales van moviéndose lentamente finalizando sus respectivos cursos en signos exclusivamente fijos, esto es, signos que se caracterizan por ser más pasivos (elementos agua y tierra), por lo cual el verdadero movimiento resultante de todos estos cambios, los estaremos viendo muy pronto, cuando Plutón entrara en Acuario, Urano en Géminis y Neptuno en Aries. Allí, en 2024 más o menos, veremos realmente que es lo que se ha estado tramando todo este tiempo. Realmente estamos en estado decisivo de transición. Realmente lo observable me lleva a pensar con una certeza casi mística que estamos viviendo los últimos años del mundo como lo conocemos hoy, y que nuestras generaciones son las ultimas en tener un contacto privilegiado con la madre naturaleza. Plutón en Acuario va a arrastrar las mentes humanas con una tecnología de punta que modificara por completo la forma de vivir del ser humano actual, y esto por supuesto a nivel global.


Aún así, no existe un camino que sea correcto, o equivocado. Solamente somos seres de paso en aprendizaje sobre la Tierra. Y por algo hemos elegido nacer, vivir y existir en esta época.


Lo importante es ante todo no dejarse consumir por lo que se dice, por lo que pasa, por lo que parece ser. Primero porque las apariencias son muy engañosas, especialmente con Neptuno en Piscis. Segundo porque en medio de tantas distracciones uno se pierde de lo verdaderamente importante.


El disfrute del instante presente y el camino evolutivo individual de cada uno y del cual, finalmente, somos exclusivamente responsables.

Existen muchas formas de contemplar la realidad del cielo y la de la Tierra, esta es una no más, no tiene como fin exponer una verdad, pero transmitir un punto de vista. No es un debate, es una mirada.


Una mirada que espero pueda resultar útil.


¡Que los astros les llene de bendiciones!


Baptiste Le Bras

Director y profesor del CEIA

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